viernes, 30 de marzo de 2012

¡La Luna sale en procesión!

Seguramente te habrás dado cuenta de que ciertos días festivos no varían su fecha en el calendario: Navidad, Año Nuevo, Reyes… Otros, en cambio, modifican la fecha buscando el fin de semana más cercano: Día de la Madre (primer domingo de mayo), Romería de San Benito Abad (segundo domingo de julio)… Y algunos celebran la onomástica de eventos históricos no religiosos: el 6 de diciembre (la Constitución española), 12 de octubre (Día de la Hispanidad)…

Pero hay un grupo de días, ya sean fiestas paganas o religiosas, que dependen de determinados eventos astronómicos, originando que sus fechas de celebración cambien de un año a otro. Dichas fiestas “móviles” son: Martes de Carnaval, Miércoles de Ceniza, Domingo de Ramos, Viernes Santo, Domingo de Resurrección, Ascensión del Señor, Lunes de Pentecostés y, finalmente, Corpus Christi. Todos estos días se celebran en días diferentes, de un año a otro, y dependen sencillamente de la fase que nos ofrece nuestro satélite, La Luna.

Para calcularlo, partamos de una fecha concreta dentro de nuestro calendario astronómico: el día del equinoccio de primavera. Dicho día se celebra en la actualidad, y durante los próximos 30 años, el 20 de marzo, que es cuando el Sol sale justamente por el punto cardinal Este y se oculta por el punto cardinal Oeste. Este fenómeno, observable desde cualquier punto de nuestro planeta, ocasiona que el día dure lo mismo que la noche (excepto los polos, donde no hay puntos cardinales y el Sol aparece o desaparece durante 6 meses).

A partir de ese día, 20 de marzo, tenemos que esperar a la primera luna llena. El siguiente domingo después de dicha fase lunar es el Domingo de Resurrección. Y ahora simplemente tenemos que contar días enteros hacia atrás o hacia delante:

* Una semana antes del Domingo de Resurrección, se celebra el Domingo de Ramos.

* Cuarenta días antes del Domingo de Ramos (Cuaresma), se celebra el Miércoles de Ceniza.

* El día anterior al Miércoles de Ceniza, es el Martes de Carnaval.

Y si ahora contamos hacia delante:

* Cuarenta días después del Domingo de Resurrección, se celebra la Ascensión del Señor (jueves).

* Cincuenta días después del Domingo de Resurrección, se celebra el Lunes de Pentecostés.

* Sesenta días después del Domingo de Resurrección, se celebra el día del Corpus Christi, que es jueves. En España desde hace años no es fiesta oficial, por dicho motivo la Iglesia Católica decidió trasladar la celebración al domingo anterior.

Es decir, la mayor parte de las fiestas móviles que se celebran o se han celebrado en España, han dependido, para su inclusión en el calendario, de la fase lunar. Ahora sabes el motivo por el que, en Semana Santa, siempre hay luna llena, no siendo esa semana la más adecuada para la observación astronómica.

Si no te ha quedado claro, o no quieres estar contando, te adelantamos los siguientes festivos móviles (ya sean oficiales o no) de los próximos años, y del evento astronómico utilizado para su fijación en el calendario:













Anécdotas:

* La fecha que con más frecuencia se repite el día de Pascua es el 19 de abril.
* En la mayor parte de las ocasiones, la Semana Santa cae durante la primera y segunda semana de abril.
* El Domingo de Resurrección acontece entre un periodo comprendido entre el 21 de marzo y el 24 de abril. El pasado 2011 fue de las Semanas Santas más tardías posibles pues cayó precisamente el 24 de abril.


viernes, 9 de marzo de 2012

El sonido del terremoto



El sonido del terremoto que devastó Japón hace un año se parecía a un potente trueno, a unos fuegos artificiales o al estallido de unas palomitas al hacerse, según desde dónde se midieran las ondas sísmicas.

Científicos de EE.UU. han logrado convertir estas ondas en archivos de audio en los que se puede oír el temblor mientras progresa a lo largo del planeta.

El terremoto de 9 grados en la escala de Richter, del que se cumple un año el próximo 11 de marzo, fue el cuarto más potente registrado desde 1900 y el más estudiado de la historia.
Los registros de miles de sismógrafos y la disposición de Japón de compartir sus datos con el resto del mundo han permitido a los científicos convertir las ondas sísmicas en archivos de audio y "reproducir" el sonido del temblor.

"Logramos revivir los datos del terremoto al combinar la información sísmica auditiva y visual", explicó Zhigang Peng, profesor adjunto del Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.), uno de los principales responsables de los archivos de audio publicados en un estudio difundido en la última edición de Seismological Research Letters.

En las grabaciones se pueden apreciar "los cambios en la intensidad y la amplitud (del sonido) mientras se observan los cambios de frecuencia sísmicos. La audiencia puede relacionar estos signos con sonidos familiares como los truenos, las palomitas al hacerse y los fuegos artificiales", afirma Peng.

El oído humano puede captar sonidos de una frecuencia comprendida entre los 20 herzios y los 20 kiloherzios, que sólo se corresponden con las ondas sísmicas más potentes recogidas por los sismógrafos.

Para reproducir el sonido del terremoto, Peng y sus colaboradores en EE.UU. y Japón reprodujeron los datos a una velocidad mayor para aumentar la frecuencia hasta niveles audibles, lo que también permite escuchar en unos pocos segundos los datos recogidos durante varios minutos u horas.
Una de las grabaciones reproduce el sonido de las ondas sísmicas captadas a 144 kilómetros del epicentro del terremoto. En ella el temblor principal se asemeja al ruido de un trueno, seguido de pequeñas explosiones que se corresponden con las réplicas a medida que se ajustan las placas tectónicas, unos movimientos que seguramente se prolongarán durante años.
En otra se puede oír el terremoto a través de los registros tomados en California. El temblor principal suena como una tormenta en la lejanía y es seguido de un sonido parecido a la caída de la lluvia, que representa la actividad inducida en la falla californiana de San Andrés. EFE