La ultima vez que visité las instalaciones del GTC aun estaba todo por hacer, faltaban los espejos y la plataforma estaba llena de cables, cajas y personal corriendo de aquí para allá. Pero como han cambiado las cosas, su cúpula gigante sigue impresionando como el primer día, pero su interior está ya listo para recibir la avalancha de astrónomos que ya se están peleando para tener tiempo de observación en esta gran instrumento.
Repasé con Pedro Álvarez el camino que han recorrido hasta llegar hasta aquí, muchos años de pelea que por fin dan su fruto, restan pocos días para su inauguración oficial.
Todos sus espejos apuntan ya al cielo oscuro de
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