Hace unos meses se iniciaba la carrera por albergar el supertelescopio E-ELT en la isla de La Palma. El camino se parece mucho al recorrido que han seguido las ciudades que han soñado con acoger unas olimpiadas: existen varios candidatos que se esfuerzan por demostrar a un comité que su candidatura es la mejor con diferencia. Para conseguir el objetivo se piden apoyos institucionales, famosos se hacen la foto, se generan toneladas de informes técnicos y se ponen en juego todas las artimañas políticas pora llevarse finalmente el gato al agua.
En el caso de este telescopio nuestro principal competidor es Chile, y aunque los informes técnicos inclinan la balanza hacia nuestro lado, La Palma, falta el dinero. Están bien los apoyos de parlamentos, municipios, gobiernos e instituciones científicas pero sin el dinero sobre la mesa el E_ELT jamás llegará a Canarias.
El gobierno central aun no ha puesto esta pieza fundamental y en estos días debe decidir si apuesta por este macro proyecto o no. Quizás el ministerio tenga miedo de perder otra batalla por albergar una gran instalación científica y haya optado por la opción más cómoda: si no apuesto no puedo perder, pero sin duda, tampoco ganar. En marzo saldremos de dudas. ¿Tiene el IAC un plan B?
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